oso

Los humanos y los “ositos de agua” somos seres vivos porque:

aunque con diferentes estructuras, respiramos.

tenemos una dieta muy diferente, pero nos alimentamos.

podemos habitar en distintas partes del mundo.

estamos formados por células.

tenemos la capacidad de reproducirnos.

tenemos sistema nervioso, por lo que tenemos capacidad de responder a las condiciones del ambiente.

tenemos un aparato especializado para el intercambio gaseoso.

tenemos aparatos digestivos similares.

en condiciones drásticas ambientales, podemos entrar en estado latente y así poder sobrevivir.

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Ositos de agua en el espacio

En el mes de mayo de 2011, un cosmonauta microscópico salió a un paseo por el espacio abordo del transbordador Endeavour, de la NASA. Su misión era ayudar a los científicos a comprender cómo los llamados "animales más resistentes de la Tierra" pueden sobrevivir por periodos cortos en el espacio, subsistir a temperaturas extremas de –272° a 151°C, resistir la implacable radiación solar y al vacío sin oxígeno.

Los tardígrados, especie a la que pertenece el cosmonauta microscópico, son pequeños invertebrados multicelulares de ocho patas. Se alimentan de bacterias, algas, nemátodos y otros invertebrados microscópicos mediante una estructura bucal muy peculiar. Se reproducen por huevos y la mayor parte de los individuos de sus poblaciones son hembras, ya que los machos solo aparecen a finales de invierno. Tienen sistema nervioso, aparato excretor, músculos, cirros sensoriales, estructuras fotorreceptoras y, aun cuando no poseen un aparato respiratorio, llevan a cabo el intercambio gaseoso a través de su cutícula.

Sus cuerpos robustos y sus movimientos tienen todas las características de un oso. Es por ello que son más conocidos por su nombre común, “osos de agua”. Pero un encuentro con ellos no sería igual que con los imponentes mamíferos peludos. Estos "osos" miden menos de 1 milímetro de longitud y se encuentran en casi todos los ecosistemas del mundo: en el mar, en el agua dulce, en el suelo, desde el Ártico hasta la Antártida, desde las altas montañas hasta los desiertos, e incluso en las zonas urbanas.

En los ambientes terrestres, los “osos de agua” siempre requieren por lo menos una película de agua que rodee su cuerpo a fin de realizar las actividades necesarias para la vida. Sin embargo, si estas condiciones cambian, los tardígrados son capaces de entrar en una forma extrema de descanso llamada criptobiosis. En este estado, son capaces de soportar la congelación o la desecación, reduciendo el porcentaje de agua en su cuerpo dramáticamente.

Emma Brennand. “Tardigrades: Water bears in space” http://www.bbc.co.uk/nature/12855775
(6 de noviembre de 2012) (adaptación)