En esa época, las mujeres de clase alta recibían instrucción sobre bordado, cocina, canto, música; lecciones básicas para leer y escribir y sobre la doctrina moral cristiana. La mayoría
de las mujeres se dedicaba al cuidado de los niños o de las personas mayores o enfermas y trabajos domésticos. Dificilmente podían opinar sobre
asuntos politicos.