
Poco a poco fue surgiendo la agricultura en algunos lugares. Entre ellos estuvieron la región de Tehuacán, en Puebla, y la sierra, en Tamaulipas; se cultivaron plantas como la calabaza, el chile, el frijol, los nopales y agaves. El maíz exigió largas observaciones e intentos para lograr cultivarlo, de hecho su cultivo requirió de muchos años de pruebas.
La práctica de la agricultura propició que esos pobladores empezaran a establecerse en lugares fijos, cercanos a sus cultivos, de esta manera se crearon las primeras aldeas.
